En una semana marcada por los primeros días de gobierno del nuevo ejecutivo municipal presidido por el popular José Luis Martínez Almeida y con el reparto de sillones para Vox aún en el aire, Com.Permiso, la tertulia política de Constantino Mediavilla, presidente de Madridiario, contó con dos invitados que conocen profundamente la gestión del Ayuntamiento de la capital. Juan Barranco y José María Álvarez del Manzano, exalcaldes de Madrid entre las décadas de los años 80 y 90, coincidieron en que anteriormente, a pesar de existir las discrepancias ideológicas entre los partidos, “los dirigentes políticos nos respetábamos”, cosa que, según destacó Barranco en Madrid Directo, programa de Nieves Herrero en Onda Madrid, no hacen los políticos actuales que “se dicen unas cosas terribles”.
Dos exalcaldes de Madrid. El popular José María Álvarez del Manzano y el socialista Juan Barranco, fueron los encargados de debatir en una semana en la que, a pesar de que José Luis Martínez Almeida ha sido elegido alcalde de la capital, aún está en el aire el papel que puede tener Vox en el gobierno municipal ya que los de Abascal exigen entrar a dirigir algunas concejalías porque, según aseguran, es lo que firmaron en el pacto con el PP.
Barranco, quien fue uno de los creadores de la Constitución, no quiso expresar que la política antes era más fácil sino que “dentro de las divergencias tremendas, teníamos grandes relaciones personales”. Ese es el espíritu que, según el exalcalde, hace falta en la política actual. “Durante la redacción de la Constitución nos reconocíamos de las diferencias pero nos decíamos que nos queríamos poner de acuerdo”, recordó Barranco, que puso en valor que la Constitución que salió de ese consenso “nos ha dado el mayor periodo de Democracia y de paz en toda la historia de España”.
“El poder democrático se comparte”
“El poder democrático se comparte”, afirmó el socialista que valoró positivamente que existan los gobiernos de coalición. “Yo tuve un gobierno de coalición con el Partido Comunista aunque tenía mayoría absoluta”, subrayó. Ahora, según el expolítico, “está todo más encallado”. Además, reprochó la judicialización que existe entre los diferentes políticos. “Yo no le he puesto una querella a ningún adversario político ni nadie me la ha puesto a mí”, subrayó Barranco.
Álvarez del Manzano, que fue el número 52 de la lista de Almeida porque “me pidió que lo apoyara”, se manifestó en la misma línea que Barranco porque “nos hemos respetado siempre”. “Hacíamos político defendiendo nuestros principios pero respetando a nuestros adversarios”.
Asimismo, Álvarez del Manzano no se mostró partidario de la política actual a la que juegan los partidos de fijarse más en los intereses partidistas que en los intereses de los ciudadanos. “Estamos jugando a anteponer los intereses partidistas con relación a los intereses generales del país”. Eso, para el exalcalde, “produce una situación complicada” ya que en política hay que actuar “con generosidad y humildad”. Por ello, para el popular, “si se trabajara con el criterio de servir a los ciudadanos, los pactos saldrían mejor”.
Barranco, además, defendió que la mejor escuela para cualquier político es haber pasado por un Ayuntamiento. Según el socialista, el dirigente que ha pasado por un consistorio “tiene una mayor formación, más capacidad para dialogar y de recibir las críticas”. Este espíritu es el que siguió Felipe González para formar su gobierno de 1982, cuando el PSOE ganó las elecciones generales con una mayoría absoluta “irrepetible”. Este resultado que obtuvo González se debió, según Barranco, a que los ayuntamientos gobernados por el PSOE “habíamos demostrado que teníamos capacidad de buena gestión”. Por ello, “González se rodeó de personas que habían estado en los ayuntamientos”, aseguró Barranco.
Por ello, el político se mostró del lado de la cultura francesa, donde es “impensable” llegar a ser Primer Ministro o Presidente sin haber pasado por alcalde. A juicio de Barroso, “el ayuntamiento es la primera trinchera” donde el político tiene que aprender a escuchar y a intentar solucionar los problemas de los ciudadanos.
Madrid Central no se planteó bien
Sobre Madrid Central, Barranco reconoció que esta medida no se planteó “bien”, aunque destacó la importancia de poner medidas que hagan frente al problema de la polución. Para el exalcalde, la contaminación viene “de muy lejos. Durante sus años de gobierno cerraron el parque de El Retiro y la Casa de Campo a los coches. “Nos pusieron verdes”, exclamó el socialista para añadir que “a nadie se le ocurriría a volver a poner coches” por esa zona.
Sin embargo, tras asegurar que Madrid Central no se puede derogar, criticó que antes de poner en marcha esta medida, el gobierno municipal no mejorara el transporte público ni construyera parkings disuasorios. “Tener un transporte público magnífico está antes que tomar la medida”, concluyó Barranco.