Pese a que pueda parecer que Ruiz Gallardón pide permiso a la “presidencia” en presencia de su “cuadrilla” para inaugurar el nuevo patio-plaza de Cibeles, no es exactamente eso. Este Alcalde no acostumbra a hacer “brindis al sol” y ahora menos que nunca si tenemos en cuenta que ya lo tiene tan grande (el patio de cristales) como la presidenta regional.
El de la Puerta del Sol, sede del Gobierno Regional ya le quedó niquelado sobre los antiguos calabozos de la otrora Dirección General de Seguridad, pero este, edificado sobre los restos de cartas, sellos y sacas de correos es espectacular. Ruiz Gallardón no tendrá ya nada que envidiar a Esperanza Aguirre, en este sentido al menos, porque le ha quedado estupendo, “excelente” (de excelencia) por utilizar un término más cercano al vocabulario al uso del Alcalde.
Así las cosas, estreno de oro el que hizo el viernes de San Isidro el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón para entregar las medallas de la ciudad. Se apreciaba ya claramente, todavía no en su totalidad, para qué habían servido parte de los 400 millones que ha costado el traslado y reforma del Palacio de Cibeles. No crean que es mucho dinero si tenemos en cuenta el juego que dará y la historia que a partir de ahora allí se escribirá, aunque se entienden las críticas de la oposición en tiempos tan duros como los que vivimos. La instantánea superior marca un antes y un después para el vetusto patio de cristales de la ya casi olvidada Plaza de la Villa que marcó la transición a los ayuntamientos democráticos.
Bajo una enorme cúpula acristalada y un patio de recepciones envidiable por su luz, el Ayuntamiento se vistió de gala para premiar a Paloma O´Shea, José Tomás, Raúl González y Joaquín Sabina por su trayectoria marcada de “esfuerzo” y “excelencia”, como subrayaba el regidor. Pedazo de cuadrilla para un “matador de la política” como Don Alberto, un “primer espada” tan cultivado y preparado que puede hacer la faena donde parece imposible cortar orejas, como José Tomás. Capaz de driblar en un palmo de terreno y golear a cualquiera que se le ponga enfrente sin importarle los colores que defienda, como Raúl. De virtuosismo político similar al del “genio” de Paloma O´Shea la pianista responsable de la Fundación Albéniz y de “fidelidad reconocida” como con su amigo Joaquín Sabina bohemio, vividor, músico, poeta…
La terna de premiados entre calores y colores brillaba con luz propia. El nuevo patio de cristales del Ayuntamiento es enorme, acogedor y perfecto para este tipo de saraos multitudinarios. Los otros saraos en los Jardines de Cecilio Rodríguez están a punto de pasar a la historia. Gallardón quema una etapa y abre otra con nueva cúpula incluida y quién sabe si a la espera de poner la próxima en La Moncloa.