Miren ustedes por donde a mí me gusta la cancha de prácticas de Chamberí, y las pistas de paddel, incluso los campos de fútbol… y el parque Santander en su nuevo formato. Ya ven, así lo digo, sin rubor. Quizá como madrileño de pro, un poco “chulo” que diría Esperanza Aguirre y un poco “pijo” que diría Simancas. Cierto que lo de chulo se lo comenté en persona a Aguirre, tras escucharla que: “no es posible” hacer un gran parque porque “debajo hay un depósito de agua y no se pueden plantar árboles”. En todo caso, 60.000 metros cuadrados se dedican a zonas verdes, lo que, unido al parque antes existente, suma 120.000 metros cuadrados para “el ocio, el deporte y el disfrute” general, concluyó la presidenta “pija”, porque juega al Golf. Pués eso, “que te ha quedado muy chulo Aguirre”.
Pero escucho a Rafael Simancas, y tiene más razón que un santo en que los que jugamos Golf somos unos “pijos”, dice: “¿Por qué no hacer un parque allí si es lo que quieren los ciudadanos, si es lo que prometió el Partido Popular, para qué, para hacer una escuela de golf para pijos?”.Visto así…
Claro luego le debieron contar que hay muchos cargos públicos, concejales o diputados socialistas -algunos de sus más cercanos- que juegan al Golf . Y aún más, que algunos de ellos -hombres y mujeres- juegan en familia con su pareja y sus hijos los fines de semana. ¡Que horror de fín de semana! -debió pensar Simancas- de no ser porque algunas de esas familias “pijas” le votan a él claro, aunque haya pijos que no le voten.
Entonces matizó el razonamiento: “el golf no lo practican sólo los pijos, aunque algunos pijos lo practican también”. Y ahí sí acierta, se sobra incluso. La tesis es irrefutable, hay pijos que juegan al tenis y algunos hacen buceo y senderismo, y esto mismo hacen otros que no son pijos. Incluso hay pijos que juegan a la Play Station con sus hijos y otros que no son pijos también juegan, y preguntando veo que pasa también con la petanca y el chito o la calva en el barrio de Aluche.
¿Pero que desvarío es éste? y hablo de derechas y de izquierdas. Antes se decía que al golf solo jugaban los ricos y los de derechas, luego los pijos y a este paso -con éste ambiente de crispación- solo los fascistas…Mis amigos de Chamberí están encantados con la obra, aunque ni son pijos, ni juegan al golf, pero especialmente por sus hijos que juegan al fútbol y al paddel. Golf chulo y Golf “pijo” en estado puro. Pasen y vean…