Con Machado, Rubén Darío, Lorca y la Genereción del 27 como referencia, José María Noguerol, periodista, publicitario y poeta, acude a la Terraza de Gran Vía para sentenciar que de la poesía no se vive. Coloca sobre la mesa esta realidad, justo el día que muestra a la luz ‘Estío de cenizas’, el poemario que presentará este martes en la librería Tipos Infames. De palabras de quien se considera con el deber de mantener la llama de la poesía encendida, asegura que lo mejor de esta es la satisfacción para con uno mismo. Marcado por la influencia de los poetas españoles con Machado a la cabeza, ‘Estío de cenizas’ es el viaje se convertido en una metáfora de la vida, que a ojos de Noguerol se debe ver con generosidad.
El poeta José María Noguerol reconoce con profunda sinceridad que la poesía “no da dinero”, pero no le arrebata ni un gramo del placer que siente al escribirla. Y pese a que afirma que “la poesía ha perdido lectores, lo importante es la satisfacción que provoca en uno mismo”.
Sobre esta realidad, asume con orgullo que los poetas tienen “el deber de mantener encendida la llama de la palabra poesía”. Un género que, pese a que puede estar maltratado por la crítica, implica un estado especial en el escritor. Noguerol lo define como un estado de “permanente corrección”, pues el autor debe estar sometido a “su propia crítica en búsqueda de una extraña perfección que, por otra parte, no existe”.
‘Estío de cenizas’ es para su creador, un libro con poemas independientes uno del otro, pero que en la última parte cambia. En esta parte y con el viaje como metáfora, reúne “una docena de poemas que bien podrían funcionar como uno solo”, ha comentado.