La periodista Nieves Herrero publica Esos días azules, una novela en la que indaga en la figura de Pilar de Valderrama, la mujer de carne y hueso tras Guiomar, la musa de Antonio Machado.
Tras su muerte en el exilio en el pueblo francés de Colliure, en un papel doblado dentro del bolsillo de su gabán, se halló el que se considera el último poema de Antonio Machado. “Estos días azules, este sol de la infancia…”. Ahora, 80 años después, la periodista Nieves Herrero toma prestados estos versos para su último trabajo literario –Estos días azules– y los reinterpreta: “Yo creo que los días azules eran los que pasaban juntos, él y Pilar de Valderrama, su amada Guiomar“, ha afirmado la periodista durante su visita a La Terraza de Gran Vía de Madridiario. Allí, entrevistada por el presidente-editor de este digital, Constantino Mediavilla, ha presentado en primicia esta nueva novela, a la venta desde este mismo lunes y con laque sigue la estela marcada por sus obras anteriores: la de poner negro sobre blanco la vida de mujeres reales que fueron protagonistas de momentos clave de nuestro pasado reciente.
“A Machado lo han retratado grandes autores, pero faltaba esta parte de su vida”
En esta ocasión, Herrero reivindica y rinde homenaje a la mujer de carne y hueso que se escondía tras Guiomar, la musa del poeta sevillano. “A Machado lo han retratado muchos y grandes autores, pero creo que quedaba esta parte de él que era Guiomar, que era un retrato cojo”, explica Herrero. La novela adquiere, entonces, el punto de vista de Pilar de Valderrama, poetisa procedente de una “familia de bien” que, tras enterarse de una infidelidad de su marido, lo deja todo y se marcha a vivir a un hotel en Segovia, en el que sigue escribiendo y donde conoce a Machado. El libro recrea esos “días azules” que ambos compartieron, desafiando las reglas establecidas en aquella sociedad de finales de los años veinte y, en ese sentido, el subtítulo –En el amor, la locura es lo sensato– define perfectamente la intensidad con la que ambos vivieron esa relación, con las palabras del propio Antonio Machado.
“Hay quien dice que ella era una aprovechada, pero yo creo que el no haber hecho público que ella era Guiomar hasta después de su muerte (en 1979) demuestra que no lo fue”, defiende la autora, quien ha recorrido los lugares que ambos frecuentaban -el Jardín de la Fuente de Moncloa, Cuatro Caminos…- y ha accedido a documentos, cartas e imágenes de los enamorados, a través de la nieta de Pilar, Alicia Viladomat. “Me he metido de lleno en su relación, en su universo”.
“Me he metido de lleno en su relación, en su universo”
Este amor entre una monárquica y un republicano, entre una burguesa y un maestro implicado en los movimientos intelectuales en torno a la Segunda República, entre un hombre viudo y una mujer casada y con tres hijos, que nació en 1928 y que duró hasta la muerte de poeta (1939), es el eje de una novela que también adentra al lector en la convulsa intrahistoria de esos años.