En el epicentro del Madrid de los Austrias, cobijado dentro de la plaza de la Cebada, se ubica el Teatro de La Latina, uno de los escenarios más destacados en la representación del género cómico y la revista a lo largo del siglo XX en la capital. Cuando se cumplen cien años del estreno de este espacio teatral icónico, el Cronista de la Villa Antonio Castro le dedica un libro en conmemoración a esta efeméride.
Con esta dotación cultural se escribió una nueva página de la historia de la ciudad “porque supuso llevar el teatro a un barriada muy popular, de obreros fundamentalmente”, como ha comentado el autor en su visita a La Terraza de Gran Vía. Junto a Constantino Mediavilla, presidente y editor de Madridiario, ha repasado dos de las etapas del teatro: la ligada a la actriz Lina Morgan y la que lidera en la actualidad el productor Jesús Cimarro.
La Latina perteneció a la intérprete madrileña cerca de 30 años y participó, como corista, en distintos números del género que ejerció como distintivo de este teatro: la revista. De hecho, como ha apuntado Castro, en la época se le conoció como ‘El palacio de la revista’ a pesar de la competencia de otras salas como el Teatro Albéniz, el Alcázar o el Calderón.
Tras tres décadas bajo la batuta de Lina, la empresa Focus-Penta se hizo con su propiedad en 2010 e hizo “un esfuerzo económico importante por adecuar el teatro a las necesidades actuales”. Los cambios realizados para “adaptarlo al siglo XXI” han permitido que “su futuro inmediato esté garantizado”, ha indicado el periodista.
No han corrido la misma suerte otros espacios similares, como el Real Cinema, de actualidad estos días por su anunciada demolición. Como ha relatado el Cronista de la Villa, estos teatros que superan los cien años se enfrentan a “un grave problema”: “Cuentan con una protección urbanísitica muy alta y las reformas son caras”. No obstante, a pesar de la fuerte competencia que ejercen plataformas audiovisuales como Netflix, que ‘retienen’ al espectador en casa, “el teatro no desaparece a pesar de su eterna crisis”.