“Hace falta cambiar la mano, cambiar la suerte del equipo”. Estas palabras del alemán en rueda de prensa eran una elíptica invitación a ser cesado. Más al añadir que “imposible ganar al Barcelona porque es su año” y había que ir al Camp Nou a hacer un papel digno, entendimos que a perder por menos de cuatro.
Dicho esto, la invitación se servía en bandeja de plata para un cese fulminante.
Schuster ha conseguido lo que pedía a voces y de paso acalla los escandalosos momentos vividos por el Presidente merengue, Ramón Calderón, en la pasada Asamblea de socios, donde vio sus cuentas aprobadas y su dignidad mermada. El cese fulminante de don Bernardo beneficia directamente al presidente, quizá a la entidad a futuro, confío que a los jugadores y dudo que al juego de conjunto, salvo que la mano de hierro de Juande Ramos sea capaz de organizar un equipo, justo lo que le falta al Real Madrid.
Ya sé, ya sé que la enfermería está llena, pero a la plantilla del Madrid se viene llorado, no es excusa suficiente. Ojo que en esta ocasión los jugadores se han dejado la piel en el campo y estaban con el entrenador, de lo contrario nadie como ellos para bajar los brazos y dejarse ir provocando la ira del respetable. Hasta Iker Casillas -a punto de ser canonizado- ha visto su portería perforada sin piedad, y el propio Raúl pasa más tiempo corriendo a buscar el balón a los fuera de bandas, para imprimir rapidez al juego, que a situarse en su lugar para marcar o pasar.
El cese llega como revulsivo previo al nuevo “partido del siglo” el próximo sábado. No ha servido en el Real Madrid justificar que la mejor defensa es un buen ataque, porque la zaga es un coladero, la media una tierra prometida, y la delantera, si se sigue empeñado en jugar sin extremos una auténtica ruina. Cesar a Schuster era lo fácil. Fichar a Juande -recién cesado del Totemham– lo más socorrido y esperar que dimita Calderón y todo su equipo deportivo con Mijatovic a la cabeza lo imposible. Solo hace unos días se fue Míchel, por la puerta de atrás, ¿que curioso verdad? ¿Ya sabía que no sería el recambio? Y en Camp Barca frotándose las manos. Hoy por hoy ¡este equipo es una ruina!, pero va a dejar de serlo de inmediato con éste revulsivo. ¡O no!