La bailarina y coreógrafa granadina, Blanca Li ha visitado La Terraza de Gran Vía para acercar su espectáculo ‘Robot’ que se representa del 10 al 13 de abril en los Teatros del Canal. En esta ocasión, Li se encarga de la coreografía y dirección artística de esta obra de danza contemporánea que “integra músicos, bailarines y robot que conforman una misma máquina”.
Blanca Li ha charlado con el presidente editor de Madridiario, Constantino Mediavilla, sobre este espectáculo que surgió, según ha explicado “cuando me doy cuenta de que tengo muchas máquinas a mi alrededor, en lo cotidiano, con las que cada vez interactúo más y que ocupan lugares en la sociedad donde antes había personas, y entonces empiezo a pensar en lo rápido que cambia todo y creí que se podía hacer un espectáculo en el que las máquinas también tuvieran un lugar importante, siendo personajes”.
Fue en ese momento, cuando comenzó a realizar una búsqueda de información para conocer más las nuevas tecnologías, y se encontró con la robótica y con Japón. “Entonces me fui a Japón, un viaje de inspiración, y encontré al artista nipón Maywa Denki, que inventó unas máquinas musicales que tocan solas, son como esculturas pero muy tecnológicas”.
Una vez hecha esta parte del trabajo llegaba el momento de unir a todos los protagonistas del espectáculo y comenzar con la coreografía. La bailarina contempló por un lado a los músicos que conforman la orquesta que toca en directo, por otro a unos robots humanoides capaces de bailar y hablar, entre otras cosas, y a los bailarines. “Los bailarines se tuvieron que acostumbrar a la presencia de robots y trabajar juntos, poco a pòco se fue integrando el trabajo de todas las partes como una máquina que se va montando y al final funciona”, ha expresado.
Este espectáculo, centrado en las máquinas y las nuevas tecnologías, hace que Blanca Li tenga la sensación de “estar viviendo una revolución, un momento único de cambios de los que me parece estar formando parte”.
Aunque se considera artista, Li ha expresado que “hoy en día ser artista implica también ser empresario para poder tender la libertad de crear lo que te gusta”, ya que según ha confesado no le gusta que le digan qué hacer o cómo trabajar. Además, la coreógrafa ha desvelado que tiene “miles de proyectos en mente, como si fueran miles de platos preparándose en una cocina, y es que mientras presenta este espectáculo en la capital, se encuentra rodando una película de uno de sus trabajos, otro film y un nuevo espectáculo”.
Esta artista que vivió durante sus primeros siete años en Granada, luego en Madrid y que está muy unida a Francia, especialmente a París, ha reconocido que añora los años de la ‘movida madrileña’ y es que según ha dicho “echo un poco de menos cuando salgo de noche es que ya no hay esa libertad en los bares, antes estaban abiertos hasta cualquier hora y Madrid era una ciudad sin ley, ahora la capital se ha vuelto como Europa, como París, donde todo es muy estricto”.