Camporeal, golf a la última

Envuelto en el tapete verde que forma el campo de 18 hoyos de CampoReal, entre colinas y viñedos, el gran complejo vacacional y de ocio marca Westin ocupa la vasta extensión que la familia real portuguesa solía utilizar como terreno de caza. Bien comunicado al norte de Lisboa, el hotel representa todas y cada una de las virtudes de un establecimiento cinco estrellas de esta índole. Desde centro de equitación, club infantil a múltiples instalaciones deportivas y piscinas, pasando por tiendas y mucho recreo golfista…pero mucho, mucho.
Campo Real golf no es un campo largo, apenas sobrepasa los 5.500 metros de amarillas, pero si endiabladamente técnico. Salir por el tee del 1 afrontando su par 5 ya es todo un reto y conseguir el par no es demasiado difícil si el Drive es recto y a calle y no le pegas mal a la madera 3 de segundo, dejándote un fácil aproch. Hasta el birdie es posible para algunos, pero no coger calle es la ruina de cualquiera de los golfistas que allí nos dimos cita. Si sales con bien de los nueve primeros, los segundos nueve son más asequibles y se prestan a entregar a una buena tarjeta que alivie un posible desatre inicial. Se recomienda Buggy para los no atléticos y sobre todo si aprieta el calor entre cuesta y cuesta. La casa Club y su tienda está siendo remodelada, pero sus terrazas al aire libre, sus diferentes espacios de cuchillo y tenedor, y en sí la buena cara de lugares comunes y paisaje exterior conforman el paquete perfecto para ser demandado como escenario de celebraciones de empresa, o de las posteriores cervezas con limón de los jugadores mayoritariamente británicos y alemanes, aunque cada vez es más habitual por su fácil acceso por carretera o avión hasta Lisboa que acudan turistas y jugadores españoles, en particular, madrileños.
Pero si termina su partido y prefiere reposar, el Spa es de los que merece la pena disfrutar y sino camas no faltan; ¡y bien cómodas por cierto¡ en las más de 350 habitaciones lustrosas y agradables del Westin Campo Real, con sus suelos de madera, más arropados si cabe por lisas alfombras, almohadas hipoalergénicas, monitores LCD, suaves edredones, tonos armónicos y cremosos en las paredes y cabeceros…en fin el reposo perfecto para unas entretenidas jornadas de golf tan clásico como actual. Que nadie espere encontrar un campazo en sentido estricto, probablemente a los handicaps mas bajos incluso les parecerá muy fácil. Sin embargo para el común de los golfistas y turistas la suma de confortabilidad, ubicación, entorno, gastronomía y golf es de notable alto. Y eso que llevan abierto poco más de un año, en tres liderarán la Costa Oeste de Lisboa y empezarán a hacer mucho daño al triángulo de oro Sintra-Cascais-Estoril. Hablamos con el Director General de Westin Campo Real Norberto De Sousa, un enamorado de la zona que además nos promete fines de semana para los lectores de “Elperiodigolf”. No hay quién de más. Pasen y vean…

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