Coincido con Rodriguez Zapatero, Presidente del Gobierno de mi país –España- en que el pesimismo no contribuye a salir de una crisis. Aseveración de manual que por otra parte defendería cualquier analista de “marketing y comunicación en época de crisis”. ZP y un servidor hemos debido leer el mismo “libro de autoayuda” de lo contrario situarse ante los empresarios americanos y convencerles de que “quizá España tenga el sistema financiero mas sólido de la comunidad internacional” se antojaría imposible. Zapatero es un crack de la comunicación, y desgrana afirmaciones casi tan brutales como las de George Busch.
Presidente como él, pero de otro país más grande –los EEUU- y que poniendo la cara contraria a la sonrisa de Zapatero, es decir de pena y desolación, se dirige a la Nación afirmando que para los americanos “ni el dinero, ni las casas, ni el trabajo están seguros”. Pero USA “is diferent” y al sollozo “marketiniano” se unen de forma conjunta –increíble en un País que no tenga consolidados los años de democracia estadounidense y más aún en pleno proceso electoral – los candidatos Obama y Mackein, demócrata y republicano, para anunciar que Busch tiene razón y el Congreso debe dar luz verde a las ayudas intervencionistas para salir de la crisis.
Son dos formas de ver la botella, medio llena o medio vacía, en la cantidad de la crisis, pero no nos engañemos porque aunque bebiendo de distinto manual de autoayuda buscan el mismo fin, convertirse en revulsivo.
Y algo parecido le ha debido pasar al Alcalde Ruiz Gallardón que avisa a navegantes de empresas constructoras y promotoras de que los 200 millones de euros que podría suponer la inversión en obra pública pendiente de licitación se congela “sine die” en Madrid capital. Terremoto también porque a falta de inversión privada, parece que quién debería tirar del mercado sería la oferta pública, algo que parece no va a suceder en los próximos años. Nos quedamos sin playa en el Manzanares, pero el chapuzón podrá esperar tiempos mejores, pasen y vean…