¡Que si será la candidata que si no!. ¡Que si galgos que si podencos¡. Trinidad Jiménez no hace ascos a seguir intentando desbancar a Ruiz-Gallardón pero prefiere saltar al Gobierno de Rodriguez Zapatero si fuera menester de Ministra de Asuntos Exteriores encantada. Algo debió hablar el presidente con ella, porque él mantiene abierta – a propósito- la caja de los truenos internos y ella espera sin desesperar.
José Blanco -de los nervios electorales por lo que representa Madrid- comenta que ya le ha pedido a su jefe de filas que se pronuncie, porque la indecisión manifiesta sobre la candidatura de Madrid está perjudicando seriamente a la propia Trinidad y en su caso al futuro candidato/a socialista al Ayuntamiento.
Zapatero ni se inmuta y espera el golpe de efecto que sitúe a un peso pesado frente al “imbatible” Gallardón. Pero ni Solana, ni Peces Barba, ni De la Vega… y menos aún Felipe González están dispuestos. Rubalcaba tiene mucho que hacer en su Ministerio y así, algunos malintencionados miran de reojo al Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavietzsky, que ahora está donde tiene que estar de manera ejemplar con una sonrisa en los labios. Lissavietzsky fue candidato por Madrid a la presidencia de la Comunidad y buen conocedor de la cosa pública local y que además es “popular” entre los socialistas madrileños, los universitarios y los deportistas, entre otros. Es otro rumor más ¿o no?.
Quinielas y más quinielas para que ZP no tenga que ser el único que pelee en campaña por la alcaldía, teniendo en cuenta que un empujón de votos municipales podría aupar a Simancas a la presidencia de la Comunidad. Sin esos votos lo tiene muy complicado frente al otro valuarte popular, la presidenta Aguirre.
A José Blanco le salen las cuentas con otro candidato que no sea Trinidad y poner así Madrid patas arriba, ya que en caso de no poder ganar a Gallardón podrían colocar -como de carambola- a Simancas de presidente autonómico. Sueñan en el PSOE con encontrar ese candidato, pero no lo encuentran, y mientras, Trinidad suspira entre aliviada porque tiene futuro y encogida por no saber cuál es.
La batalla socialista por Madrid capital a punto de ser desvelada, si Zapatero lo considera oportuno. Pasen y vean…