La más grande. Sólo una vez tuve oportunidad de compartir con ella cena y canción. Llenaba la mesa con sus irónicos comentarios y su amplia sonrisa. A medianoche quedabamos pocos periodistas y algunos familiares allegados. Se arrancó por fandangos y bulerías ¡Gustándose!
Acompañada de un rasgear improvisado de guitarra ¡Impresionante! La Jurado ganaba en la distancia corta, como esa ola que el surfista toma de cerca y viaja fusionado con ella hasta su desvanecimiento en la orilla, así sonaba Rocío Jurado. Pura entre unos pocos amigos y grande en un escenario. Nunca volví a coincidir con ella tan cerca y han pasado quince años. Ella ya era grande dentro y fuera de España, se notaba, pero siempre recuerdo y recordaré aquella noche mágica que nos hizo sentir el cante en estado puro a los que nos gusta “Jondo”
Madrid le da el último ádios en el Centro Cultural de la Villa en plena Plaza de Colón, la del descubrimiento.
Porque mucha gente la descubre ahora. Especialmente los más jóvenes. El alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón anduvo en su sitio y allí estaba esperando a su familia y los restos mortales de una de las grandes voces de este país. Atento y respetuoso.
Rocío Jurado descansa en paz. Esta es su ola. Pasen y escuchen