El exconsejero de Educación en la Comunidad de Madrid Rafael Van Grieken ha visitado la Terraza de Gran Vía. Y lo ha hecho para debatir no precisamente sobre lo acontecido en el Gobierno regional, el motivo de su charla con Constantino Mediavilla ha sido otro bien distinto: su aspiración a conseguir la plaza de rector en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC): “Ya después de los últimos episodios y la pandemia, llega un momento que te acostumbras a las sorpresas. No cabe duda que es un movimiento que no esperábamos y de nuevo los madrileños tendrán la palabra”, ha explicado en relación a los comicios que determinarán el nuevo bastón de mando en la región. Unas elecciones que nada tendrán que ver a las que opta Van Grieken el próximo 18 de marzo y que determinará quién ocupará el cargo durante los próximos cuatro años. El actual rector, Javier Ramos, compite con el exconsejero regional, el cual desempeñó sus funciones cuando se desató el escándalo del máster de Cristina Cifuentes.
En el transcurso de la entrevista, el profesor universitario ha querido mandar un mensaje de optimismo con la mirada puesta en el futuro de la universidad: “Conozco bien sus necesidades y la proyección que merece. En estos cuatro años, la universidad no ha mirado al futuro y ha perdido proyectos”. Con el afán de recuperar la institución y demostrar que se trata de una “de las mejores universidades” de la región, Van Grieken ha dejado claro que su experiencia se convierte en un factor determinante a la hora de transformar la universidad: “He sido gestor, vicerrector de investigación, director de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y consejero”. Con esta extensa trayectoria, el exconsejero quiere poner en marcha un proyecto “ilusionante, ambicioso y realista para recuperar su valor”
Van Grieken ha recordado algunos de sus logros en su paso por el Gobierno regional: “Hice una apuesta clara por la bajada de las tasas universitarias. Se bajaron un 25 por ciento durante la legislatura y eso supuso el incremento de la financiación de la URJC, desde 64 millones en 2015 a 90 en 2019″. Pero aún así, ha reconocido que sufre un problema de financiación si se compara con el resto de universidades públicas: “Es una de las últimas del país en financiacion por estudiante pero el verdadero problema es que no es capaz de gastarse ni su presupuesto ordinario. Necesita gente que sepa gestionar”.
La estabilización del personal docente e investigador es otra de sus promesas: “Tenemos mucha precariedad, dos de cada tres profesores se encuentran en una situación inestable”. Hacia el personal de administración y servicios también ha lanzado un mensaje: “Necesitamos incorporar gran cantidad de personas necesarias en el funcionamiento de la universidad y eso se hace con gestión”:
Los estudiantes de la URJC gozan de la “mejor inserción laboral de la Comunidad de Madrid. Eso marca diferencia y calidad”. Los universitarios deben conocer, ha subrayado, las bondades del lugar donde cursan sus titulaciones para “volver a confiar en la universidad”:
“Un cambio, una oportunidad de obtener un proyecto diferente mirando al futuro”. Así define su candidatura, un cambio con experiencia en saber gestionar una universidad de tal magnitud: “Estoy convencido que entre todos vamos a construir la universidad”.