Diríase que el Ministro de Industria Joan Clos y el ex-ministro/candidato Montilla la tienen tomada con Madrid, especialmente en lo que a medios de comunicación se refiere.
Como decíamos ayer, “Aguirre no es Montilla”, pero Clos tampoco. Al tercer día -de su toma de posesión- resucitó la abracadabrante idea de Montilla de cerrar “la Otra”, el segundo canal de Telemadrid, sancionando a principios de septiembre a ésta cadena autonómica con una multa de un millón de euros y ordenando su cierre en el plazo de un mes por emitir en analógico. El plazo se cumple de inmediato.
Por más que el vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo regional, Ignacio González, ha insistido en que La Otra “no es ilegal”, y ha recordado que la orden de cierre se ha recurrido y que los tribunales de justicia han impedido por dos ocasiones la clausura de este segundo canal, Clos erre que erre podría convertirse en el primer mandatario público que cierre un medio de comunicación en la historia de la Comunidad de Madrid. La “medalla” quizá no sea mala para pasearla junto a su predecesor Montilla por las Ramblas, pero dudo que tenga éxito si lo hace por la Gran Vía madrileña.
¿Por qué los madrileños no tienen derecho a tener un segundo canal como lo tienen los demás y a emitir en analógico teniendo en cuenta la lentitud de la implantación de la TDT en el ámbito nacional?. Esta es la pregunta -si me permiten la comparación con la multa- del millón de euros. Y por cierto aún no tiene respuesta firme por parte de la administración central. ¿Puede influir el agravio comparativo con otras comunidades que funcionan con dos y tres canales en analógico y otros tantos digitales, incluso con el cuestionadísimo plan de reparto de frecuencias de FM?; ¿o estamos ante el tema más delicado y urgente del ministerio de Industria, incluso por encima de la pequeña batalla por el control energético de nuestro país?. ¿Estamos locos o qué?. Pasen y vean…