DIEGO GALLEGO (chao IKER)

DIEGO, 21 años y una sonrisa picarona que nos embelesó a todos desde el mismo día que se cruzó en nuestro caminar. Su vida ha sido todo lo buena que su enfermedad le permitió desde que con tres meses le diagnosticaron certéramente y empezó a pelear contra una continua adversidad empeñada en arrebatarle esa sonrisa. Pocos daban un duro – de los del siglo pasado – por su vida, pero DIEGO nunca quiso dejar de vivir.
De hecho hace unos días se durmió tan tranquilo en su UCI de turno, con su “sonrisa picarona” a cuestas para despertar, quién sabe donde y cuando, rodeado de las cosas que más le gustaban y las personas que más quería.
Una día de Diciembre en el programa de TV “El Brasero” nos conocimos y de inmediato conectamos. Tenía 15 años y un doble trasplante de pulmón junto a un pedazo de corazón que se le salía…Ese día cometí el primer error al preguntarle que quería ser de mayor: “pues futbolista del Real Madrid y Payaso…y periodista de presentar programas en la tele como tú…pero más flaco…”. Estabamos en directo emitiendo “Niños y No tan Niños” con el entonces Defensor del Menor Javier Urra y el Catedrático de Educación sanitaria, el profesor Sánchez Martos y de inmediato cedí los trastos a Diego mientras me permití mi primer y único mutis por el foro en televisión. Lejos de cortarse, levantó el micrófono seguro hasta la comisura de su labios y continuo con el programa en directo. No volví a separme de él hasta que dejamos de emitir, fue un fichaje-flechazo.
Cada programa saludaba a su “abuela”, era un ritual cariñoso y de corazón. Su madre – Conchi- se emocionaba cada martes en el estudio viendo como la sonrisa pícara de DIEGO se convertía en semblante serio, circunspecto o risueño, según el tema que trataramos. Luego empezó a saludar a su novia y después a “Casillas”, porque yo bromeaba con su parecido físico con el guardameta madridista llamándole IKER, su héroe deportivo. El Hospital del Niño Jesús donde hoy le daremos un adiós muy especial, le ha visto vestido de Payaso más tiempo que con “pijama” si cabe, porque se dedicó a entretener a los más pequeños con su ocurrencias y trucos de magia habitación por habitación, niño por niño. Tanto esfuerzo, cariño y dedicación le supuso ganar el premio “Tonetty” -algo así como el Oscar de los payasos de Circo. ¡Vaya fiesta montamos ¿verdad DIEGO?!. Que orgullo sus padres Conchi y Laureano, su hermano Sergio y él claro, no cabía en sí, aunque muy preocupado ese día por el estado de salud del Gran Payaso que daba nombre al premio y que no pudo asistir a la ceremonia.
Le regalé unos versos de BERTOLL BRECHT algo retocados que él guardaba celosamente: “Hay niños que luchan un día y son buenos, un año y son mejores, pero los que como tú, amigo DIEGO luchan toda la vida, esos son IMPRESCINDIBLES”. Gracias por haber dejado a CONCHA -tu productora favorita- que hoy ha recuperado tus imágenes entre lágrimas y a mí -tú pesadilla televisiva- ser tus amigos. Un beso DIEGO GALLEGO…Pasen y vean

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