En IU las cosas se pueden poner peor. Cuestión de tiempo y de cordura política. Los acontecimientos de los últimos meses se empeñan en demostrarlo a diario. Asistimos, con la excusa de las candidaturas de Madrid, a una pelea fratricida por el control de la organización a nivel Federal. Gaspar Llamazares tiene un modelo -de obligada revisión, dicho sea de paso-, mientras la mayoria de algunas autonomías, entre ellas la de Madrid que encabeza el diputado Angel Pérez tienen otro distinto -que intentan apuntalar con la fortaleza de los votos en las urnas-.
Curiosamente ambos defienden principios similares según reconocen soterradamente miembros de una y otra corriente, pero el debate les ha llevado a posturas “irreconciliables”.
La preocupación de IU tras el fallo de una Comisión Federal de Garantías -repleta de dudas en su composición y sus decisiones- no es nada comparada con la que se vive en el cuartel general de los candidatos socialistas. En las inmediaciones de José Blanco se ha oído comentar que “si estos se inmolan, nosotros volamos con ellos”. Frase quizá poco acertada pero definitiva. El PSOE necesita los votos de IU en Madrid para optar a alcaldías y a la Presidencia de la Comunidad.
Se hace obligada la negociación como afirmaba a puerta cerrada Angel Pérez en la reunión de la mayoría celebrada esta mañana en su sede: “será una negociación dura para nosotros, pero no hay otro camino”.
En Getafe, amigos y compañeros de Gregorio Gordo, candidato de IU a la presidencia de la Comunidad de Madrid, ya le dan como número 2 de Inés Sabanés en la lista autonómica. Y no sería mala solución si una vez más “el bueno de Goyo se sacrifica por IU”. Pero en ese duro camino negociador caerían más nombres y hombres. Caminar o reventar. Machado o El Lute. Esa es ahora la decisión drástica de IU en Madrid. Pasen y vean…no se lo pierdan.