La fundadora y presidenta de Atrevia, Nùria Vilanova, que además es presidenta del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica ha recopilado en un libro 50 historias de algunos de los empresarios iberoamericanos que han triunfado. Y en sus páginas cuenta, además de sus vivencias, las claves de su éxito.
Valentía y espíritu emprendedor son los dos ingredientes principales que debe reunir quien esté dispuesto a poner en marcha un proyecto, según ha explicado a Madridiario Nùria Vilanova, fundadora y presidenta de Atrevia, la mayor consultora de comunicación en España, presidenta del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica y autora de La esencia de la empresa familiar. Valores y comunicación, de la editorial Plataforma Empresa.
Este libro reúne 50 historias de algunos de los empresarios iberoamericanos más relevantes que dirigen negocios familiares “que nos mueven a admirar la fuerza, la valentía y el empeño de familias que hacen posible lo imposible”, en palabras de su autora, quien además asegura que es “muy fácil de leer”.
Un ejemplo de estas historias es la de Carlos Slim, quien aprendió economía, según cuenta Vilanova, “en el comedor de su casa con su padre y con su abuelo”. Pero también se quedó con una lección muy importante: que uno siempre tiene que tener claro cuánto está dispuesto a perder, porque toda inversión conlleva riesgos.
Uno de sus principios, apunta Slim en el libro, gira en torno a “la búsqueda de cuál es el peor de los escenarios al tomar una decisión. Si tú estás dispuesto a aceptar ese escenario, es mucho más fácil la posibilidad de tomar la decisión, pero también si te pasa el peor escenario, ya sabes cómo reaccionar”. Este es un ejemplo de los 50 casos de éxito abordados en estas páginas con un lenguaje sencillo y cercano y una visión muy humana de sus trayectorias e inquietudes a lo largo del camino.
¿Por qué las empresas familiares resisten mejor las crisis?
De cómo se afronten los problemas va a depender el éxito e incluso la supervivencia de las empresas. En el caso de las compaías familiares, Vilanova lo tiene claro: “Las empresas familiares buscan el largo plazo, la trascendencia, y eso hace que lleven mejor los vaivenes y en épocas de crisis son capaces de convencer mejor a sus accionistas, la familia, para invertir en vez de recortar”.
Aunque también es importante, según ha añadido Vilanova, “cuidar el vínculo, recordar por qué estamos en la empresa porque se trata también de un proyecto de vida, de familia”. Y ha añadido la autora que “todos tienen que tener la posibilidad de conocer y querer la empresa, porque si no conoces no es posible querer”.