A Javier Ortega Smith (Madrid, 1968) no le gustan ni los toros ni otra enseña en la bandera nacional que no sea el escudo oficial. Eso no le resta puntos, sin embargo, para ser la cara y la voz de VOX en las elecciones municipales de este domingo, en las que compite con otros cinco candidatos por obtener el bastón de mando del Palacio de Cibeles. Él, eso sí, es el más polémico de todos ellos. Durante su campaña, que ha compatibilizado con el juicio del Procés en el Tribunal Supremo y con su elección como diputado en el Congreso, ha realizado varias afirmaciones que han roto, a su parecer, el “consenso socialdemócrata” que reina en los otros partidos, a los que aspira a ganar en las urnas. Su programa, que no está ceñido estrictamente a Madrid pues es uno marco para todos los municipios, se basa en “limpieza, seguridad y libertad”. No obstante, los únicos números que adelanta son los de futuros aparcamientos disuasorios: siete. No anuncia ni cuantifica los equipamientos municipales que prevé levantar; no dice dónde colocará las cámaras que quiere repartir por la capital; ni cuántos meses tardará el Ayuntamiento en “desokupar” una casa. Esto último debido a que las competencias, pese a que hayan introducido el tema en campaña, son del Estado. En todo caso, sí asegura que pedirán un juzgado especializado en desalojos que logre atajar este delito “en pocas horas o días”. Sobre la construcción de vivienda, lo fía todo a la iniciativa privada, una que no se verá afectada por el traslado del Orgullo a la Casa de Campo, un movimiento que también extenderá a carreras deportivas pero no a fiestas de barrio.
Pregunta. Defíname las tres principales líneas de su programa.
Respuesta. Limpieza, seguridad y libertad.
P. Vamos a concretar un poco. En seguridad, ¿se marca algún porcentaje para bajar el índice de criminalidad de la ciudad?
R. Nos planteamos bajar el índice de criminalidad todo lo que sea posible con los medios del Ayuntamiento, pero necesitaremos también que la ayuda de la Delegación del Gobierno. Eso sí, vamos a tomar una actitud beligerante contra la delincuencia y no complaciente o cómplice. El Ayuntamiento está fomentando la delincuencia de la okupación de la propiedad, de la falsificación con los manteros, del destrozo del mobiliario urbano… Para paliarlo hay una medida importante, la de la vigilancia. Esto es poner cámaras de televisión en todos los sitios donde sean necesarias por ser zonas poco transitadas o con menos vigilancia policial.
P. ¿Tienen algún mapa establecido ya o lo irán viendo?
R. Haremos un estudio en cuanto lleguemos al Ayuntamiento para actuar en las zonas con un mayor índice de delincuencia como pasos subterráneos o barrios marginales donde ha llegado la droga. El alcalde va a estar allí señalando con el dedo los pisos donde se vende droga, los pisos okupados… Hay que ir a esos lugares a desactivarlos.
P. ¿Cuánto margen tiene el Ayuntamiento para desokupar una casa?
R. Tiene bastante margen cuando se trata de bienes de titularidad municipal, cuando personándose en los procedimientos o actuando con la Policía. Una vivienda okupada si la rodea la Policía y si se le cortan los suministros de agua y luz tarda poco en quedarse vacía. En los madrileños desamparados que se han ido de vacaciones y le han okupado la casa, podemos actuar colaborando como acusación popular. Tenemos que distinguir de la demagogia en la okupación, cuando nos sacan ese caso de la familia que no puede pagar y las mafias que tienen montado permanentemente un negocio en torno a esto. O esos grupos de extrema derecha o extrema izquierda cuyo único fin político es okupar. Contra esos, tolerancia cero.
P. Pero, ¿tienen algún dato de cuántas viviendas pueden estar okupadas por ese tipo de grupos y de mafias?
R. No tengo yo los datos de momento, pero es muy fácil saberlo entre las denuncias tramitadas y la petición de colaboración ciudadana que vamos a lanzar para no tener que fiarnos de los datos municipales.
P. Incidiendo en la okupación: si VOX gobernase, ¿cuánto tardarían para, por ejemplo, desalojar a La Dragona?
R. Yo decirle si puede ser uno, dos o tres meses… Eso depende de las resoluciones judiciales. Eso sí, hablaremos con el Juez Decano de Madrid para pedirle que establezca un juzgado especializado en desalojos que esté 24 horas de servicio y que tenga la capacidad de dictar resoluciones. Nosotros pondremos la Policía, los servicios jurídicos e, incluso, el dinero necesario para que se cree. Es prioritario respetar la propiedad porque crea un efecto disuasorio muy grande.
P. En lo referido a la limpieza, ¿revertirá los contratos o esperará a que terminen para hacer unos nuevos?
R. Lo que vamos a hacer es una revisión profunda de sus condiciones y ver si se están cumpliendo, que a mí me llega que hay una parte que no. Cuando llegue el momento de la renovación la haremos con uñas y dientes. Se acabaron los complejos y el clientelismo. Pediremos la máxima relación entre el altísimo coste y los resultados y vamos a realizar un seguimiento. Los fallos los penalizaremos y podremos rescindirlos porque el Ayuntamiento no puede tener las manos atadas.
P. ¿Renuncia a remunicipalizar este tipo de servicios?
R. No es una cuestión política. Eso tiene que ir en función de la mejor relación calidad-precio, aunque claro que hay excepciones como la Policía, la Justicia o la Sanidad, aunque debatamos sobre quién la gestiona. Si algún día los estudios nos dicen que podemos tener un Madrid más limpio y más cuidado a mejor precio, no tenga duda de que se acabaron las empresas privadas y abriremos un concurso de contratación de personal público.
P. Su tercer eje es la libertad y muchas veces han dicho que Madrid Central la coarta. ¿Se atreverán a revertirlo pese a una posible multa de la Unión Europea?
R. Dijimos que pararíamos el golpe de Estado en Cataluña y lo hicimos; que acabaríamos con el cortijo socialista en Andalucía y lo conseguimos; y ahora decimos que terminaremos con Madrid Central y lo haremos. Además, no le tenemos ningún miedo a ninguna multa porque recurriremos lo que haya que recurrir. Es mentira que Madrid Central tenga que ver con la contaminación porque genera más atascos, más embotellamiento y, por ende, más contaminación. La polución se ataja con medidas globales como las calderas de carbón, con la renovación del parque móvil municipal, volviendo a invertir en Metro o apostando por permitir que se construyan aparcamientos en las grandes manzanas entre edificios. Madrid es una ciudad donde hay muchos vehículos y hay que aprovechar el espacio al máximo. Facilitemos la posibilidad de aparcar el coche con aparcamientos de residentes, con más plazas en superficie, con un mejor transporte público y con más aparcamientos disuasorios.
P. Ese plan de aparcamientos disuasorios, ¿tiene números?
R. De entrada, los siete previstos y prometidos por el Gobierno municipal actual, de los cuales solo ha hecho uno y lo ha hecho el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano. Podemos establecer grandes playas de estacionamiento en las entradas a la ciudad con un bajo coste y una gran vigilancia para ponérselo tan fácil a los ciudadanos que prefieran ir en Metro a meterse en atascos.
P. ¿Tienen un número total de equipamientos previstos para la ciudad o una inversión aproximada?
R. ¿De qué tipo?
P. Centros culturales, de salud, escuelas infantiles…
R. Nosotros lo que tenemos es un Plan General de Ordenación Urbana que no pretendemos cambiar y que ya marca los usos de las parcelas. A él nos ajustaremos. Sobre las dotaciones que cuentan con un déficit son, por ejemplo, las escuelas infantiles, que son competencia de la Comunidad [Aclaración: las escuelas infantiles de la ciudad de Madrid dejaron de pertenecer a la red autonómica en 2016] y que intentaremos cubrirlo dotando a la Comunidad de suelo o de inmuebles municipales para construirlas, igual que los centros de atención primaria o de día. Para nosotros es una política prioritaria y hay dinero para hacerlo. El problema es cuando ves cómo el Ayuntamiento gasta 230.000 euros en reformar un local de Bravo Murillo que le adjudican a dedo a asociaciones políticas cuando eso podría ser una escuela infantil.
P. ¿Cuántas viviendas públicas tienen pensado construir?
R. En los planteamientos de las operaciones Campamento, Madrid Sur (desarrollos del sureste) y Chamartín nos encontramos con 10.000 viviendas con algún tipo de protección pública. ¿Qué es lo que ha pasado? Que esos desarrollos la alcaldesa los ha paralizado y de las 4.000 viviendas que prometió construir ha entregado 64. El problema son los trámites burocráticos y que el elefante que es la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS) hace inviable sacar adelante vivienda por la burocracia. Creemos que se trabaja mucho más rápido llegando a acuerdos con el sector privado de la construcción, liberalizando suelo para que puedan construir.
P. Una de las polémicas que ha protagonizado se debe a la decisión de llevarse el Orgullo a la Casa de Campo. Le pregunto ya no solo por el motivo social y reivindicativo que tiene detrás, sino también por los 300 millones de euros que ingresan los comerciantes esa semana. ¿Lo mantiene?
R. Vamos a proponer el traslado porque no tenemos complejos. Hablamos del Orgullo pero también de cualquier carrera de atletismo o ciclista. Incluso, de manifestaciones en las que no sea imprescindible circular por las grandes vías. Se han de conjugar el derecho a la libertad de expresión y al de movimiento. Hemos hablado con las asociaciones de vecinos de Chueca y están hartas de la semana del Orgullo, en la que muchos se tienen que ir de sus casas por la suciedad, el ruido o el espectáculo de sexo en la calle. Nosotros no tenemos ningún problema de homofobia porque en VOX no preguntamos a nadie sobre su orientación sexual. Lo que no podemos aceptar es que determinados lobbys, que luego no defienden a los homosexuales cuando la ideología de género no interviene en la violencia entre una pareja del mismo sexo o cuando los apalea la policía castrista en La Habana, nos impongan nada. El Orgullo puede ir por la Castellana o por la Casa de Campo. No pasa nada y lo haríamos también con unos ciclistas. Eso no va a provocar que los turistas que vengan esa semana dejen de dormir en hoteles o ir a clubes nocturnos.
P. ¿Van a trasladar también las fiestas vecinales de los barrios?
R. Esas están muy bien porque son fiestas del barrio. Cuando Malasaña o Chamberí organizan sus propias fiestas, cómo vamos a ir a decirle a los vecinos que no las hagan, si llevan 100 años haciéndolas… Ojo, también tenemos que controlar los horarios, aunque todo se puede conjugar con una cierta racionalidad y con sentido común para hacer la ciudad habitable. Además, se me ha olvidado comentarlo antes, podemos buscar alternativas para que las celebraciones no transiten por las grandes arterias y no causen tanto daño.
P. ¿Cómo piensa compatibilizar su trabajo en el juicio del Procés, el cargo de diputado y el de concejal del Ayuntamiento?
R. El juicio del Supremo está en sus días finales y el Ayuntamiento y el Congreso son perfectamente compatibles. Los plenos municipales son una vez al mes y a las comisiones del Consistorio mandaremos expertos. En el Congreso le digo algo similar. Somos 24 y yo estaré en todos los plenos. No voy a poner la mano en el fuego por que no coincidan dos plenos importantes, que entonces valoraré, pero estoy convencido de que lograremos compatibilizarlo.
P. En el debate entre candidatos autonómicos celebrado en Telemadrid el domingo, pudimos ver cómo todos obviaban a su compañera Rocío Monasterio. ¿Corresponde a una estrategia política?
R. Nosotros hemos vivido tres tipos de situaciones. La primera, la del silencio absoluto. Daba igual lo que hiciéramos o lo que dijéramos, nadie se preocupaba. Luego pasamos a la etapa del insulto y, más tarde, algunos nos han copiado, como el PP y Ciudadanos. El candidato del PP, José Luis Martínez-Almeida, va a las mismas calles donde estoy yo. A lo mejor ahora quieren escondernos y no darnos visibilidad. Es lo que yo llamo el consenso socialdemócrata que hemos venido a romper. Unos imponen la ideología política de la extrema izquierda y otros no la confrontan. Por eso son derechita cobarde. El otro día me decían si eran polémicas mis declaraciones sobre el aborto. Yo he dicho que la mujer no tiene derecho a decidir sobre lo que no es su cuerpo. Para nosotros y el 99,9 por ciento de los científicos, la vida del ser que tiene una madre embarazada es independiente.
P. Isa Serra, candidata de Podemos, dice que hay 250.000 viviendas vacías y que se ha de intervenir en el precio para parar la subida. ¿Comparte diagnóstico y receta?
R. Todos los parques de viviendas del mundo tienen una parte vacía porque hay fondos que esperan a que suba el precio para venderlas, pero el precio no deben marcarlo esos fondos, sino la diferencia entre la demanda y la oferta. El gran problema de Madrid es que cuando hay carestía de recursos surge la especulación porque hay grandes zonas de suelo público que deberían sacarse al mercado. Cuantas más viviendas haya, más bajarán los precios. No es que me parezca bien que haya un parque de viviendas sin alquilar, pero están en su derecho.
Ortega Smith, en La Terraza de Gran Vía
En su visita a la redacción de Madridiario, el candidato de VOX se ha sentado con Constantino Mediavilla, presidente editor de Madridiario, para repasar otros asuntos de la actualidad.
En ella ha asegurado que los ciudadanos “por la calle” les dan “besos y abrazos” porque son “como ellos” y que solo dan miedo a los “golpistas”, término con el que se refiere a los políticos juzgados por rebelión y sedición en el Tribunal Supremo, donde ejerce la acusación particular.
Además, ha acusado al Ayuntamiento de “cometer delitos” cuando “utiliza fondos públicos para favorecer a chiringuitos o a amigos”, aunque pospone la posibilidad de denunciar hasta que entren en el Consistorio.
Sobre un futuro gobierno con José Luis Martínez-Almeida (PP) o Begoña Villacís (Cs), ha admitido que estarán “más cómodos” con quien decida llevar adelante más propuestas de VOX.