Pedro Castro, Presidente de la Federación Española de Municipios y Alcalde de Getafe se ha metido en un jardín plagado de espinas. Tantas que en la fiesta de la Democracia por excelencia, La Constitución, un buen número de alcaldes del PP de la Comunidad de Madrid se han colgado de la solapa un pareado en forma de pegatina azul: “Con la Constitución Pedro Castro Dimisión”, que más bien sabía a emparedado, no de jamón y queso precisamente, sino de situarle entre la espada y la pared a la espera de una decisión que llegará más pronto que tarde.
La “ocurrencia” de la pegatina se quedaría en “anécdota” de no ser porque la desafortunadísima afirmación del Presidente de la FEMP ha tocado mucho los mismos atributos aludidos por él a los políticos del PP. Pero no solo, también se han sentido ofendidos algunos de sus diez millones de votantes. De hecho a la entrada tardía a la recepción para evitar el saludo con Esperanza Aguirre, Castro respondía a la “señora anónima” que le recordaba que el PP tenía 10 millones de votos: “Y nosotros 12 señora…”, la espetó, perdiendo otra magnífica oportunidad de callarse y mostrar su arrepentimiento al margen del Padre Nuestro, con la penitencia del silencio.
A Maria Teresa Fernández de la Vega tampoco la ha gustado la afirmación, pero ha recordado, y es cierto, que Castro ha pedido perdón públicamente. Lástima que en política, la palabras desafortunadas te pierdan y luego para salvarte en frío necesites algo más, hechos. Recordemos el ejemplo de su compañero de partido Antonio Carmonaa que metió la pata, pidió perdón y dimitió. Cierto que Carmona es rara avis política sin embargo Castro se siente avalado por los suyos en Madrid, empezando por Tomás Gómez y hasta la ministra Elena Salgado, que aseguró que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, también debería pedir perdón por llamar “bellacos” a quienes criticaron su salida de Bombay, y ha reclamado al PP “que mida con el mismo rasero lo que hacen unos y otros”
La Ministra se ha pasado de frenada en la defensa de su compañero y ha patinado claramente al comparar dos situaciones que más parecen un intento de sumar peras y manzanas. Castro no va a dimitir salvo que se lo pida Rodriguez Zapatero, que personalmente no lo hará, salvo que desautorice al jefe de filas en Madrid. Además conociendo a Castro, si pudiera, y no se produce la intervención del Presidente se perpetuaría en el cargo, algo que ya ha ejecutado a la perfección en Getafe (24 años de Alcalde) pero en éste caso con urnas de por medio. La salida única para un Alcalde que tiene buen talante y no querrá dañar la imagen de su partido entrando en una guerra absurda es que abandone la FEMP, pero el pronóstico ya es menos certero porque dentro de la gravedad, está dispuesto a esperar que la evolución sea favorable. Se equivocaría sin embargo si antepone una solución personalista a la crisis que promete crearse en la FEMP.
Ah…, se me olvidaba lo principal. Vivas para terminar: “Con la esperanza de que la Constitución Española continúe preservando nuestras libertades y derechos les invito a gritar conmigo ¡Viva la Constitución! ¡Viva España!”, dijo la presidenta, quien manifestó que ahora, 30 años después de la aprobación de la Carta Magna, son muchos los españoles que creen que el elemento más valioso del texto y la garantía de un futuro esperanzador es “el espíritu de concordia y consenso” de los que la Constitución está impregnada. Pasen y vean…