Discurso sereno y serio de Esperanza Aguirre. Divisible en su análisis de conjunto, valorando lo autonómico de un lado y lo estatal de otro, estuvo bien en fondo y forma. Buena cadencia y no excesivo en tiempo. La emoción afloró al referirse a los dos valores que pretende inspiren su nuevo mandato «Libertad y España». La «dama de hierro» vió ahogada esa emoción en la cerrada ovación de sus incondicionales diputados y un gobierno saliente que ofrecerá pocos cambios respecto al entrante -se supone-, de momento y que sepamos oficialmente una Consejería nueva, la de Deportes, volcada en el Madrid-16
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