Este año sí o sí la liga se quedaba en Madrid. Y se la llevó el mejor. El más regular y el que más hambre tenía de este balón en forma de “Liga de la pandemia”, que no impidió la celebración a la antigua usanza. Los aficionados que salieron a festejar el triunfo saben que no se pasaron de felicidad, pero si que se excedieron en la forma de exteriorizarla. Sin mascarillas y sin distancias, parece, que aún no hemos asimilado que, con esta victoria liguera, el Atlético de Madrid ya puede dejar el partido a partido de Simeone, pero
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