Que la vicealcaldesa Begoña Villacís sujeta el gobierno de Almeida no es ningún secreto. Que lo hace por voluntad propia y responsabilidad política tampoco. Almeida lo sabe. Los cantos de sirena han sonado y sonarán como las alarmas suenan en la guerra. Pero el ayuntamiento no está en pie de guerra, al menos todavía. Y la moción de censura hasta hoy ha sido una entelequia sin más fundamento que el ruido de sables en los mentideros de la Villa. La Comisión de investigación por el presunto espionaje a la presidenta Ayuso y su entorno más cercano se presenta como una
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